Caracas.- En medio de su despedida, a César Izturis le asaltaron varios recuerdos, como en una veloz película. Desde su debut, casi dos décadas atrás, hasta su adiós entre amigos, rodeado de su “familia cardenalera”, este domingo.
“Creo que me quedaría con las tres finales en las que jugué, en especial la que disputamos contra el Magallanes (2000-2001)”, expuso, rodeado por periodistas.
“Nunca olvidaré el primer out del noveno inning del último encuentro”, puntualizó.
Edgardo Alfonzo había acercado el partido 5-3 con un jonrón, ante un envío de Giovanni Carrara. El manager Nick Leyva llamó a su cerrador Kelvim Escobar, que fue recibido por Melvin Mora con un imparable.
Luego apareció José Miguel Nieves, que conectó un roletazos de botes altos por encima del montículo, Izturis atacó la bola en el bound corto y retiró al corredor, evitando que los Navegantes colocaran el empate en circulación.
Escobar se repuso y ponchó a César Bolívar y Ronald Acuña para asegurar el triunfo y la serie 4-2, para que Cardenales alzara los brazos en el Estadio José Bernardo Pérez.
“Nos trajimos el trofeo a Barquisimeto. Fue algo muy significativo. Bastante grande”, señaló Izturis, que en esa final ligó .381 (21-8), después de dejar promedio de .409 en el Round Robin.
Hasta ahora, ha sido la última corona de Lara y con Izturis se despide el último representante de aquella generación.
“Me siento orgulloso de ser barquisimetano, de pertenecer a esta familia cardenalera. Mi sueño era estar aquí. Le doy gracias a Dios por el tiempo que me permitió estar con Lara. Es una gran emoción”.
El piloto Luis Dorante alineó a Izturis como segundo bate y shortstop, contra Leones del Caracas. El ex grandeliga falló en dos turnos y luego fue sustituido en el inicio del quinto inning por Juniel Querecuto, en medio de una gran ovación en el Estadio Antonio Herrera Gutiérrez, que le vio debutar en la temporada 1997-1998, luego de ser firmado por Emilio Carrasquel, y después celebró su estreno en las Grandes Ligas en 2001 y su éxito en los campos de las Mayores hasta 2013.
“Nunca imaginé una carrera tan larga. Viví día a día, año por año. Mi sueño era vestir el uniforme de Cardenales de Lara. Jugar en Estados Unidos. Paso por paso. Orgulloso de mi carrera. No puedo decir más. Agradecido con Dios y la familia Oropeza, que me abrió las puertas de esta casa desde el primer día y todavía me hace sentir como en familia”.
CÉSAR IZTURIS
“Me siento orgulloso de ser barquisimetano, de pertenecer a esta familia cardenalera. Mi sueño era estar aquí. Le doy gracias a Dios por el tiempo que me permitió estar con Lara. Es una gran emoción”.
Izturis no se imagina un mejor epílogo a su trayectoria como jugador profesional, aunque hubiese preferido compartirlo con su hermano Maicer Izturis.
“Quería estar con Maicer, ambos con la camisa del Cardenales. Lo hicimos en un Juego de Estrellas en pocos innings, pero no es lo mismo. Lo tratamos de hacer desde el inicio de la temporada, pero no se pudo. Quizás Dios nos tenga preparado otras cosas”.
Luego de ser sustituido en el partido, Cardenales terminó ganando 3-1 a Leones y mantuvo intactas sus aspiraciones de clasificarse a los playoffs en enero. Izturis no quiere perderse esa celebración y seguirá con el equipo.
“Si el equipo clasifica seguiré uniformado y haré los viajes, aunque no me encuentre activo. Ayudaré en lo que pueda. Hablaré con los muchachos, algo que he estado haciendo estos últimos dos años, tratando de guiarlos por el camino correcto. Los juegos que nos restan son un playoffs para nosotros. Así que estaré aquí”.
Izturis todavía no piensa en iniciar una carrera como técnico, pero eso no quiere decir que no volverá con Lara la próxima campaña.
“Nunca me iré de Cardenales. (El gerente general) Carlos Miguel (Oropeza) habló conmigo. Pero no creo que vaya a ser coach, al menos por ahora. Solo que no quiero alejarme. He visto crecer mucho talento nuevo. Estaré aquí”.
