Puerto La Cruz.- Para Niko Goodrum es muy importante jugar en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional. El prospecto de los Mellizos de Minnesota quiere aprovechar al máximo su primera experiencia fuera de Estados Unidos para mejorar su nivel de juego y realizar su sueño de alcanzar las Grandes Ligas, algo que el estadounidense espera que ocurra en 2017.
“Jugar en Venezuela es bueno para mi carrera, porque enfrento a diferentes estilos de pitcheos, otros tipo de estrategias, que son diversas en todos los aspectos, toda una guerra, es una gran competición”, dijo al antesalista y bateador derecho. “Es verdaderamente emocionante participar en esta liga. El público se divierte como si se tratara de una Serie Mundial. Ha sido toda una experiencia, que disfruto al tiempo que aprendo todos los días”.
A diferencia de algunos de sus compatriotas, Goodrum asegura que se ha adaptado al circuito en las casi cuatro semanas en las que ha vestido el uniforme de Caribes de Anzoátegui.
“El beisbol es un deporte muy duro adonde quiera que vayas y solo queda relajarse y dar lo mejor cada día”, afirmó.
La barrera del idioma tampoco ha sido un obstáculo insalvable.
“Lo bueno es que la mayoría de mis compañeros hablan inglés y por allí empezaron las cosas bien (risas). Aunque he comenzado a entender algunas palabras en español. No lo hablo del todo, pero me gustaría aprenderlo porque los latinos son los que están dominando este juego y comienzana a ser mayoría”, dijo.
Ahora mismo, lo que más le preocupa a Goodrum es mejorar su promedio ofensivo. El joven, de 24 años de edad, ha desarrollado su carrera en el sistema de granjas de Minnesota moviéndose alrededor del cuadro interior y los jardines. Pero si quiere establecerse como antesalista, debe incrementar su línea ofensiva. Antes de viajar a Venezuela sus promedios vitalicios en siete años en Ligas Menores eran .247/.339/.368, con 29 jonrones en 1.993 turnos.
“Quiero mejorar el bateo, es algo que necesito y me propuse hacer en Venezuela”, señaló. “Hablo constantemente con los coaches porque quiero ser un mejor bateador, ellos me dicen que me lo tome con calma, que no me desespere y que aguarde con paciencia los buenos pitcheos. El año que viene será bueno para mí, pues tendré la gran oportunidad de hacer el equipo en los Entrenamientos Primaverales y con la experiencia que estoy acumulando en esta liga, seguro seré un jugador distinto y mejor en cuanto a mis habilidades y así lograre mi objetivo”.
La tarea no será fácil. Trevor Plouffe, Eduardo Escobar y el dominicano Miguel Sanó se alternaron en la esquina caliente de los Mellizos. Los dos primeros, podrían declararse agentes libres en 2018 y 2019, respectivamente; mientras que Sanó estará bajo control del equipo al menos hasta 2022.
Goodrum, que fue la segunda escogencia de Minnesota en el Draft de 2010, agregó unos 14 kilos de musculatura durante el pasado receso de temporada trabajando en Elite Metro Sports, una instalación para el entrenamiento de beisbol que maneja junto a su padre en su natal Fayetteville, Georgia, para buscar mayor longitud en sus batazos. Aunque sigue siendo un hombre veloz que puede robar bases y aprovechar conexiones a los pasillos para ganar bases extras.
Antes de la jornada de este viernes, el infielder golpea para .286/.345/.408, con cuatro dobles y un triple, mientras que ha exhibido un sólido guante que no ha hecho extrañar a Niuman Romero en el inicio de la campaña.
HASTA FINALES DE NOVIEMBRE
La estadía de Goodrum en Venezuela con Caribes será hasta finales de noviembre por lo que aspira a contribuir para dejar a la Tribu en una posición cómoda.
“Quiero dar lo mejor cada día para que el equipo llegue con una buena marca de victorias a los playoffs. Estoy enfocado en eso. Hasta el momento todo va bien, pero siento que puedo hacerlo mejor. Entre otras cosas me gustaría ser un jugador más completo, como también más agresivo en el home plate”.
LAS BROMAS DE LOS COMPAÑEROS
A Goodrum le divierten las chanzas en el clubhouse sobre su nombre.
“Han bromeado mucho con mi apellido, sé que en español podría significar al como ‘buen ron’ (risas) y así se la toman conmigo casi todo el tiempo. Pero no tengo problema con eso porque ese sobrenombre me ha acompañado toda mi vida y más aún cuando comencé a practicar este deporte donde las bromas son una constante. Me divierte, si soy completamente sincero (risas)”, expresó.
