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Juventud y unidad guían a los Cachorros a fantástico éxito

23/10/2016

Foto: Chicago Tribune

Manolo Hernández Douen | LasMayores.com

Chicago.- ¿Cuántos peloteros inician la temporada sin posición fija para cerrar la Serie de Campeonato como co-ganadores del premio Jugador Más Valioso de la misma? ¿Cuántos jugadores arrancan en las Menores, pero ayudan con un jonrón a que su equipo avance a la Serie Mundial por primera vez desde 1945?

Pocos, si acaso alguno. El puertorriqueño Javier Báez y el venezolano Willson Contreras son las respuestas de las preguntas del primer párrafo, pero también un ejemplo claro de que si usted combina veteranos con los jóvenes ideales puede conformar la unidad perfecta para hacer historia en el apasionante mundo del diamante.

Tantos jóvenes valiosos, como Addison Russell, Kris Bryant, Anthony Rizzo, el cubano Jorge Soler, Albert Almora Jr., pueden festejar con orgullo su combinación perfecta con los veteranos de altos quilates encabezados por el grandioso abridor zurdo Jon Lester, que ayudaron a encaminar a la gloria a los Cubs.

Con esa mezcla de calidad, los Cachorros se enfrentarán ahora a los Indios de Cleveland, pese a la suma de 174 años sin ganar una Serie Mundial, la más amplia de todos los tiempos en las Grandes Ligas, de acuerdo a Elias Sports Bureau.

“Aprendimos bastante del año pasado”, proclamó el relevista venezolano Héctor Rondón. “Vine en el 2013, en los años que empezaron a hacer el equipo ganador que ahora tenemos. Me siento muy contento y orgulloso de ser parte ahora de este equipo y que llegáramos a donde nos habíamos propuesto”.

Los Dodgers de Los Ángeles blanquearon dos veces a los Cachorros en la Serie de Campeonato, pero la novena de Joe Maddon nunca perdió la esperanza de que pudieran hilvanar el repunte ganador y lo lograron con 23 carreras en los tres partidos finales.

“Siempre estuvimos seguros de que podíamos regresar en cualquier momento”, calificó Rondón.

El taponero cubano Aroldis Chapman, uno de los lanzadores más experimentados del bullpen de los Cachorros, apenas cabía de gozo al celebrar el éxito del equipo que lo adquirió a mitad de temporada.

“La ciudad se va a volver loca”, comentó emocionado Chapman. “Ya estamos donde siempre tuvimos la mente de que íbamos a estar, en la Serie Mundial. Gracias a Dios después de tanto tiempo, llegamos aquí”.

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El receptor venezolano Miguel Montero aseguró que siempre tuvo fe que los Cachorros lograrían el objetivo de avanzar al Clásico de Octubre.

“Estoy emocionado, logramos algo que no habíamos conquistado en muchísimos años”, apuntó Montero. “Estoy orgulloso de todo el equipo, orgulloso de toda la fanaticada que siempre nos ha apoyado”.

La faena extraordinaria del abridor Kyle Hendricks en el Juego 6, que señaló el rumbo de un triunfo 5-0, entusiasmó muy especialmente a Montero.

“Estuvo espectacular”, narró Montero de la actuación de Hendricks (7.1 episodios, dos hits, ninguna carrera). “Lo ha venido haciendo todo el año y lo demostró una vez más”.

Un receptor mucho más joven, pero también venezolano, no podía contener las lágrimas por lo alcanzado en Wrigley Field ante un lleno de 42,386 espectadores.

“Jugamos la pelota pequeña, tratamos de disfrutar del juego”, comentó Willson Contreras. “Traté de darle al equipo este año, bastante energía, bastante positivismo”.

“Quiero agradecerle a toda la organización de los Cachorros por darme esta oportunidad de ser parte de este equipo y especialmente a mis compañeros, que me trataron como si fuera parte de su familia, como si fuera su hermano”, puntualizó Contreras. “Nunca nos rendimos. Jugamos la pelota de la manera correcta. Jugamos duro. Se lo dedico a mi familia en Venezuela, a mi abuelo, que está en el cielo”.

Báez, que compartió con el abridor Jon Lester el trofeo Jugador Más Valioso de la Serie de Campeonato, apenas podía creer que hace pocos meses ni siquiera tenía un puesto fijo con los Cubs.

“Es algo increíble”, describió Báez, que conforma con Lester el primer dueto co-ganador del JMV de la Serie de Campeonato del Viejo Circuito desde los relevistas Rob Dibble y Randy Myers por los Rojos de Cincinnati en el 1990. “No empecé el año como titular, luché, luché, hasta llegar a tener mi posición fija”.

El intermedista boricua, que bateó .318 -cuatro dobletes- y aportó cinco carreras impulsadas a la causa de los Cachorros en seis juegos, expresó que la unión marcó la diferencia en el 2016 a favor de los oseznos.

“Tenemos una unidad increíble entre veteranos y jóvenes que ha funcionado muy bien”, analizó Báez. “La comunicación que tenemos en el clubhouse es bastante fuerte.

“Todo esto se le dedico primero a mi familia, siempre”, concluyó Báez. “Le agradezco también a los aficionados de Chicago y a todos los latinos que siempre están con nosotros. Estoy bien emocionado de ser el Co-MVP, pero esto no termina aquí. Nos espera una serie más y para mi esa es la que vale”.

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