Caracas.- En el mundo interno del beisbol, los jugadores suelen tener afinidad con los coach y viceversa. En el caso de César Hernández, segunda base de los Filis de Filadelfia, ha conseguido en el coach de banca de la organización, Larry Bowa, un mentor que le ha ayudado a la hora de mejorar su juego.

“Bowa me ha ayudado muchísimo”, comentó Hernández a ESPN.com. “Es una persona de la vieja escuela que puede realmente ayudarme mucho, y él pasa tanto tiempo conmigo como quiera. Él es fenomenal, es una de esas personas con la que estoy muy agradecido de tener de mi lado”.

“Cesar se sentó conmigo en el banco, y yo le dije: ‘¿sabes por qué no estás jugando?’”, Recordó Bowa, sobre una conversación con el criollo en junio del año pasado. “Él dijo: ‘estoy descansando’.  Y le dije: ‘No, no estas descansado. Pete (Mackanin, mánager del equipo) está cansado de ver tu swing, y estarás aquí sentado conmigo si no empiezas a golpear la pelota y batear imparables y usar tu velocidad. Se reía un poco y le dije: ‘estoy hablando en serio, César. Ya no vas a jugar, serás el utility del equipo”, ese fue un punto de reflexión en la carrera de Hernández.

Larry Bowa fue uno de esos finos campocortos en las Grandes Ligas en las décadas de los 70 y 80, donde fue premiado con dos Guantes de Oro en 16 temporadas en las mayores.

“A veces nos quejamos, al igual que los niños se quejan de los maestros”, continuó Hernández. “Pero sabemos que él quiere lo mejor para nosotros y espera lo mejor de todos nosotros, y apreciamos la ayuda. El mejor consejo que me ha dado es que juegue duro para sacar los 27 outs y nunca me dé por vencido. Si estoy de 4-0 con el madero, estoy pasando por un mal momento personal, pero la siguiente jugada podría dar la vuelta al juego”.

“Yo sé que los muchachos pueden ser un poco desconfiados de mí al principio”, dijo Bowa. “Puedo ser demasiado agresivo, no hay duda, esa es mi personalidad, y me metí en problemas al principio, porque esperaba que todo el mundo trabajara tan duro como yo”, concluyó.