Caracas.- Luego de 10 temporadas en Ligas Menores, 738 juegos y 2.734 turnos al bate, Ildemaro Vargas recibió el llamado de los Dbacks de Arizona este jueves, para lograr su sueño de jugar en la Gran Carpa y convertirse así en el undécimo criollo en ser subido en lo que va de 2017.
“Puedo decir lo logré!!! Gracias mi Dios por darme las fuerzas de seguir y luchar #MLB”, escribió Vargas en su cuenta oficial de Twitter, junto con la fotografía del uniforme colgado en su locker del Chase Field, que usaría horas más tarde.
El infielder estuvo acompañado de su pequeño hijo y esposa.
“Me llamó una hora después de haberse despedido de mí. Estuvo llama y llama y llama y cuando contesté me dijo: 'Mami, mami, mami, me subieron a las Grandes Ligas y me tiré al piso a darle gracias a Dios. Prepárate y haz las maletas que viajas para Arizona a las 7:30 am'”, contó vía telefónica Jacqueline Vargas, cónyuge del segunda base, sobre el momento en el que se enteró de la noticia. “La alegría fue tanta que también despertó a sus padres”, agregó.
Desde el inicio de la campaña 2016-2017 de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, Vargas fue uno de los peloteros noticia por ser incluido en el roster de 40 de Arizona, organización a la que agradeció por la confianza y la oportunidad que le estaban extendiendo.
A medida que se desarrolló el circuito criollo, el oriundo de Caripito fue arrancando halagos del cuerpo técnico de Cardenales de Lara, compañeros y fanaticada debido a su impecable trabajo como camarero de los larenses. No en vano fue uno de los líderes de la liga en outs y jugadas de doble play, ya que con Juniel Querecuto, campocorto de Lara, conformó un gran dúo.
La pasión y entrega del ambidiestro ha rendido frutos.
Por este motivo, este miércoles, Vargas fue convocado para formar parte del roster de la Liga de la Costa del Pacífico para el Juego de Estrellas de Triple A. Honor que compartiría con sus coterráneos Wilmer Font y Jean Machí, en el montículo; y Renato Núñez, otro jugador del cuadro.
Sin embargo, esa noticia fue superada horas después cuando le comunicaron que estrenaría el uniforme del equipo grande de Arizona, con el número 15.
Una impresionante línea ofensiva de .303/.343/.447 y OPS de .790 durante la actual campaña con el Reno Aces, fue el motivo del ascenso del camarero que, además, sumaba 43 remolcadas y 64 anotadas, en 74 juegos. Entre sus 97 inatrapables, incluía 24 dobles, dos triples y seis jonrones.
SIEMPRE EN FAMILIA
“Fue algo hermoso. Hemos esperado tanto este momento. Hemos luchado contra viento y marea, pero por fin llegó. Dios es fiel y creemos en su palabra”, sentenció la esposa del pelotero de 25 años de edad. “No dormimos la noche entera para poder llegar y estar aquí hoy”.
La familia siempre ha sido el pilar del camarero, quien en repetidas ocasiones ha mostrado videos en redes sociales jugando con su hijo Austin José Vargas; “AJ”, como lo llama por cariño. Y ésta oportunidad no fue la excepción, ya que al saltar al diamante del parque de Phoenix, durante la práctica, se le vio soltando el brazo con el pequeño.
“Él (AJ) está feliz de estar con su papá y yo estoy orgullosa de mi esposo porque es un guerrero tremendo, un papá tremendo, un esposo, hijo y amigo tremendo. Es un gran hombre”, aseveró Jacqueline Vargas.
Vargas y su familia no tuvieron que esperar mucho para ver cumplido el sueño de jugar en un campo lleno de estrellas, ya que “Caripito” entró en la parte alta del octavo capítulo, en el encuentro de este jueves frente a los Cardenales de San Luis, para cubrir la segunda base.
El camarero bateó de 1-0 al poncharse, en cuenta de 0-2, ante los lanzamientos del relevista estadounidense Tyler Lyons, quien se valió de un slider de 80.5 millas por hora para que Vargas abanicara y poner así el primer out en la pizarra, en el cierre del octavo inning, en un encuentro en el que San Luis se impuso 10-4 al conjunto dirigido por Torey Lovullo.
