Miami.- Andrés Eloy Blanco está cumpliendo su décima temporada en las Grandes Ligas, la cuarta y al parecer última con los Filis de Filadelfia, por lo publicado el pasado fin de semana por el Philadelphia Inquirer.

El rotativo aseguró que los cuáqueros piensan en el dominicano Pedro Florimón como utility para la próxima campaña, en lugar del infielder venezolano.

Su año tampoco es el mejor caso para recibir una extensión de contrato, ya que hasta antes de la jornada de este jueves exhibía promedio de .198 en 126 turnos, con apenas siete extrabases.

Solo 20 peloteros nativos han culminado una zafra de las Mayores bateando por debajo de la “Línea Mendoza” (.200 de average) con al menos 120 veces en el cajón de toleteros.

“Los tropiezos te hacen más fuerte”, declaró Blanco durante su última visita al Marlins Park de Miami, a finales de la semana anterior. “Quien no se sabe levantar es quien no se ha caído, y quien más se cae es quien más rápido se levanta. Así tomo mi vida, para no vivir frustrado”.

Al experimentado jugador, de 33 años de edad, no parece preocuparle su difícil año 2017 con relación a su futuro, y asegura que los malos momentos también son parte del juego.

“Me gusta que me vaya bien, sí, pero también que me vaya mal para poder corregir y mejorar”, afirmó.

Tal vez para llegar a tono, si consigue un nuevo contrato en MLB para la próxima campaña, debe pasar un tiempo por la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, aunque no tiene claro si reforzará a los Navegantes del Magallanes en el torneo 2017-2018.

“La verdad no sé si voy a jugar. Me veo en la obligación de hacerlo, pero es una decisión que todavía no he tomado por la situación del país”, apuntó. “No me consta todo lo que se dice. Mi familia me dice que hay un poco más de escasez, pero me gustaría ver primero y luego opinar”.

Hace tres años fue la última vez que vistió el uniforme de los turcos, y coincidió con que luego disfrutó de su mejor campaña en la Gran Carpa.

“Uno el latino no puede entrar a un dugout, porque se te pega la ‘fiebre”, avisó, dejando la puerta bastante abierta para uniformarse con los bucaneros.