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Miguel Cabrera acelera en la autopista que lo llevará a Cooperstown

23/08/2021

Miguel Cabrera Foto: AP

José Luis López | Quality Beisbol

Caracas.- Miguel Cabrera se convirtió en el 28° jugador de Grandes Ligas en conectar 500 jonrones, estacazo que ayudó a los Tigres a imponerse a los Azulejos 5-3 en una batalla de 11 innings el domingo. A la altura del sexto inning, Cabrera enganchó un cambio de velocidad en cuenta de 1-1 por parte del zurdo Steven Matz, quien tan pronto escuchó el contacto del bate, sabía que la pelota iría lejos. Un pequeño salto sobre el montículo delató su pensamiento. Y Matz estaba en lo correcto, pues la bola solo detendría su trayectoria al sobrepasar la pared del entre los jardines central y derecho del Rogers Centre.

El momento era propicio para recordar el génesis de la gesta. Cuando recién subido desde Triple A, el 20 de junio de 2003, Cabrera conectó su primer jonrón el día de su debut con los entonces Marlins de Florida. Aquel mozalbete de solo 20 años de edad se llevaría la cerca por lo más lejano del antiguo parque de Miami (Pro Player Stadium) para dejar en el terreno en 11 innings a las entonces Mantarrayas de Tampa Bay. Su carrera empezaba de modo auspicioso en las Mayores. Con Florida conectaría sus primeros 138 jonrones. La restante cifra de 362 llegaría como estandarte de los Tigres de Detroit.

 

Humildad y paciencia

El actual average vitalicio de Miguel es de .311 puntos. Había llegado a la presente campaña con .312. Sólo ocho jugadores alcanzaron los 500 jonrones como bateadores de .300 puntos de por vida, a saber: Babe Ruth, Hank Aaron, Jimmie Foxx, Frank Thomas, Mel Ott, Manny Ramírez, Ted Williams y Willie Mays. De ellos, solo Ramírez está fuera de los límites de Cooperstown. De este grupo, solo dos tienen cuatro títulos de bateo: Ted Williams y el actual muchacho de la película. Pese a ello, la humildad no deja de florecer: “Es algo especial para mi país, para mi familia, poder hacer esto. Estoy realmente feliz”, señaló en su encuentro con la prensa al terminar el encuentro.

Por supuesto, no es un secreto que al arribar a 500 jonrones tiene ya medio cuerpo introducido en el Salón de la Fama. “No pienso en eso. Estoy enfocado en ayudar a ganar a mi equipo. Ya habrá tiempo en pensar sobre mi posible llegada a Cooperstown”.

Ahora Miguel se encuentra a 45 hits de la mítica meseta de los 3.000 imparables. Al treparla entrará a una lista aún más exclusiva. La de los bateadores de .300 puntos con un mínimo de 500 jonrones, 500 dobles y 3.000 hits. Ya tres requisitos están formalizados. Cuando se cumpla el faltante, se unirá a Hank Aaron y Willie Mays. Palabras mayores en todo el beisbol. Incluso, Miggy tiene otras dos fiestas pendientes en el corto plazo. Llegar a 1.500 anotadas y a los 600 dobles. Solo necesita pisar el plato dos veces y nueve biangulares para pavimentar aún más la particular autopista con la cual piensa unir a Maracay con Cooperstown.

 

 

Detrás de los 500 jonrones

Varias cifras subyacen detrás de los 500 jonrones de Miguel Cabrera. Resulta interesante echarles una ojeada.

Por el jardín izquierdo se han ido 184 de sus batazos, 62 por el central y 106 totalmente contra su mano por el derecho. Ahora, por los callejones, 110 se han marchado entre los jardines central e izquierdo, mientras que 38 dijeron adiós por el central-derecho. Llama la atención que su estacazo 500 se haya despedido por la zona por la cual suma menor cantidad de cuadrangulares.

Contrario a lo que no pocos pudieran pensar, 392 de sus jonrones se han producido contra lanzadores derechos y 108 contra zurdos. Donde se aprecia una paridad asombrosa es en los 251 conectados como visitante y los 249 que ha logrado como pieza del dueño de casa.

Tal como ocurrió con el vuelacercas 500, ha despachado 271 con las bases limpias. Con un corredor embasado la ha desaparecido en 229 oportunidades. Con dos en tránsito ha sumado 121 y cierra la producción con seis palazos de bases llenas.

Su inning predilecto para batear -según su colección de cuadrangulares- es el primero, donde acumula 91. El menos favorable es el noveno, en el cual ha logrado 34, excepción hecha de los cinco que apenas ha soltado en extrainning. En el resto de las entradas, las cifras de Cabrera en orden descendente son: Sexto (69, incluido el 500), tercero y quinto (59),  cuarto (55), séptimo (49), octavo (42) y segundo (37).

Sin outs en la pizarra, Cabrera atesora 147 jonrones. Con un out se ha volado la barda en 167 ocasiones. Pero con dos outs se torna más peligroso pues registra 186 palazos de vuelta completa.

El equipo que más ha sufrido sus jonrones son los Indios de Cleveland, a quienes ha castigado con 50. Su segunda víctima predilecta son los Mellizos de Minnesota, con 46.

Como inicialista ha sonado 233 vuelacercas y como antesalista 158. En sus inicios como jardinero izquierdo ligó 42 y 22 desde el jardín derecho. Como bateador designado anda con 41.

Por último, citaremos los otros 27 miembros del club de los 500 jonrones en las mayores. Cofradía de muy pocos miembros, si tomamos en cuenta el siglo y medio de actividad que cubre el mejor beisbol del mundo: Barry Bonds (22 temporadas, 762 jonrones), Hank Aaron (23/755), Babe Ruth (22/714), Alex Rodríguez  (22/96), Albert Pujols  (21/676), Willie Mays (23/660), Ken Griffey Jr. (22/630), Jim Thome (22/612), Sammy Sosa  (18/609), Frank Robinson (21/586), Mark McGwire  (16/583), Harmon Killebrew (22/573), Rafael Palmeiro (20/569), Reggie Jackson (21/563), Manny Ramírez (19/555), Mike Schmidt (18/548), David Ortiz  (20/541), Mickey Mantle (18/536), Jimmie Foxx (20/534), Willie McCovey (22/521), Frank Thomas (19/521), Ted Williams (19/521), Ernie Banks (19/512), Eddie Mathews (17/512), Mel Ott (22/511), Gary Sheffield  (22/509), Eddie Murray (21/504) y Miguel Cabrera (19/500).

El reto será -aparte de lograr los 3.000 hits- será ascender en esta lista. Al menos, ocho de los nombrados están a su alcance para tratar de cerrar su extraordinaria carrera, inserto entre los 20 mejores jonroneros de todas las épocas.

Todavía queda otro detalle no menos importante. Cuando Miguel llegue al hit 3.000 será el único en la historia con average de .300 puntos, 500 jonrones, una Triple Corona y los tres millares de imparables.

Por todo lo dicho acá, somos unos verdaderos privilegiados, al contemplar la trayectoria del mejor bateador venezolano de todos los tiempos. Y que de ello no quepa la menor duda.

 

 

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