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Miguel Cabrera se unió al selecto club de los 3.000 hits

23/04/2022

Miguel Cabrera Fotos: @MLBVenezuela

Alexander Mendoza | Prensa LVBP

Caracas.- Terminó la expectación. Miguel Cabrera no esperó mucho y en su primer turno conectó un fuerte roletazo, entre primera y segunda, para unirse al selecto club de los bateadores con al menos 3.000 hits, durante el primer inning de la paliza 13-0 de los Tigres contra los Rockies de Colorado, el sábado por la tarde en Detroit.

En cuenta de 1-1, contra una recta de cuatro costuras, a 94,7 millas por hora, de su compatriota Antonio Senzatela, Cabrera se fue hacia la banda contraria –su sello como bateador- y envió la bola imparable al jardín derecho. De inmediato alzó el brazo derecho en señal de triunfo.

Habían transcurrido unas 72 horas desde que Miggy se había apuntado el imparable 2.999 contra los Yanquis.

El viernes, el inicio de la serie de fin de semana contra los rocosos debió ser pospuesto por lluvia, así que el juego fue reprogramado dos días después de que el mánager de Nueva York, Aaron Boone, le diera base por bolas intencional a Cabrera, en su último turno, para que su conteo de incogibles no se moviera de 2.999. El estratega de los neoyorquinos fue abucheado varios minutos después del movimiento e incluso luego que Detroit ganara 3-0, el miércoles.

Esta vez ninguna de las 37.566 personas que asistieron a la casa de los bengalíes se quejó. Todos aplaudieron al unísono, celebraron y corearon “!Miggy! ¡Miggy!”, mientras se disparaban fuegos artificiales detrás de la cerca del center field y varios aficionados ondeaban el tricolor y las estrellas del Pabellón Nacional. La muchedumbre marcó la mejor entrada en el Comerica Park, en un encuentro diferente a un Día Inaugural, desde el 15 de julio de 2017, cuando se vendieron 40.036 entradas para un cotejo ante los Azulejos de Toronto.

El desafío se detuvo y el campocorto de los Rockies, el cubano José Iglesias, quien jugó con Cabrera en los Tigres, se acercó para darle un fuerte abrazo al maracayero. Fue el primero en felicitarlo. Luego desfilaron todos sus compañeros, el mánager A. J. Hinch y el resto de coaches de Detroit, así como su esposa Rosangel, su madre Gregoria Torres y su hija.

 

Miguel Cabrera se convirtió apenas en el séptimo pelotero de la historia con 3.000 hits y 500 jonrones

“Ni siquiera podía sentir mis piernas en el primer turno al bate”, le dijo a MLB.com Cabrera, después del compromiso.

“Me dejaron ese hueco abierto”, continuó el venezolano, sobre la manera como estaba parada la defensa de Colorado. “Así que quise poner la pelota ahí. Gracias a Dios lo hicieron (jugarle de esa forma). Cuando veo que el segunda base se sitúa casi detrás de la almohadilla, pienso: ‘Está bien, tienes que enviar la pelota por allá’”.

Al piloto Hinch –testigo de excepción de la hazaña- le entretuvo ver a Cabrera angustiado.

“Para un veterano, con 39 años de edad y 20 temporadas (en las Grandes Ligas), que ha hecho todo en la pelota, es divertido verlo nervioso. Creo que es increíble. Creo que el niño que hay en él se está dando cuenta de lo que significa (la marca)”, abundó el capataz de los bengalíes.

 

El cubano José Iglesias, ex compañero de Cabrera, revelo que aspiraba ver el hit 3.000 en la serie

Cabrera se convirtió apenas en el jugador número 33 con 3.000 indiscutibles y apenas el séptimo que combina ese registro con 500 o más jonrones en la historia de las Grandes Ligas, junto con Hank Aaron, Willie Mays, Eddie Murray, Rafael Palmeiro, Albert Pujols y Alex Rodríguez. En tanto que creó una nueva casta: es el único que combina esos guarismos con una Triple Corona. Algo notable, tomando en cuenta que desde el año 1871 –fecha de creación de la Asociación Nacional- han pasado por la Gran Carpa 22.615 beisbolistas.

El círculo de los 3.000 hits también se reduce, cuando los peloteros se discriminan por nacionalidad. Cabrera es tan solo el séptimo extranjero con la estadística, al lado de los dominicanos Pujols y Adrián Beltré, el panameño Rod Carew, el puertorriqueño Roberto Clemente, el cubano Rafael Palmeiro y el japonés Ichiro Suzuki.

“Este (logro) fue realmente especial para mí”, destacó Cabrera, que sacó el vuelacercas 500 en el Rogers Centre de Toronto el 22 de agosto de 2021. “Porque quería hacerlo aquí frente a mi familia, frente a mi ciudad, Detroit. Estoy feliz de haber golpeado (el hit) aquí. Estoy feliz de que la gente en Detroit pudiera verlo… Había mucha presión, llegué a no poder dormir… Espero conseguir muchos más aquí”.

 

Miguel Cabrera estuvo al lado de su familia, luego de alcanzar su importante hito

En la sexta entrada, Cabrera sacudió un rodado entre tercera y short, que pasó sin enemigos al prado izquierdo para elevar su total vitalicio de petardos a 3.001, justo lo necesario para dejar atrás a Clemente (3.000), el Cometa de Carolina, célebre miembro del Salón de la Fama, entronizado poco después de fallecer en un accidente aéreo, mientras llevaba ayuda humanitaria a los damnificados del terremoto de Managua de 1972. Una figura que trascendió sus enormes logros en el terreno para convertirse en un ícono de la reivindicación de las minorías, que le da nombre al premio de MLB que reconoce el carácter admirable y las contribuciones a la comunidad.

Todo el beisbol felicitó al criollo. Mensajes de varios colegas y rivales, sin importar el equipo, le llenaron de elogios y palabras de admiración, a través de las redes sociales.

“Ver a Miguel pasar de ser un adolescente practicando bateo en campos modestos en Venezuela a convertirse en uno de los mejores jugadores en la historia del beisbol, ha sido una de las grandes alegrías de mi vida”, comentó el gerente general de los Tigres, Al Ávila, quien scouteó a Cabrera mientras trabajaba como Director de Cazatalentos de los Marlins en 1999. “Su humildad, pasión por divertirse y amor genuino por la ciudad de Detroit son completamente incomparables y unirse al club de los 3.000 hits solo fortalece su posición como uno de los grandes de todos los tiempos. Este es un gran logro, y sabemos que en el horizonte seguirán llegando momentos emocionantes”.

Ávila recomendó a los peces reclutar a Cabrera, que recibió un bono de $1,8 millones como agente libre internacional en 1999, en ese instante el incentivo más alto para un latinoamericano.           

Los Marlins cambiaron al maracayero y al abridor zurdo Dontrelle Willis a los Tigres en diciembre de 2007. Florida recibió a cambio, entre otros, a Andrew Miller y Cameron Maybin.

Desde entonces, el recio toletero derecho ha pasado casi 15 campañas con Detroit, con una impresionante línea ofensiva de.309/.387/.528 (145 OPS+), con cuatro títulos de bateo, una Triple Corona, dos premios al Jugador Más Valioso y siete de sus 11 selecciones al Juego de Estrellas.

 

 

“Estoy muy emocionado. Es un momento muy importante para mí y mi familia, para todo mi país… Debe significar mucho para los jóvenes (en Venezuela) porque es un sueño hecho realidad. Ellos pueden pensar: ‘Si él lo hizo, también yo puedo’. Quiero servir de inspiración para los jóvenes venezolanos. Espero seguir haciendo lo mejor por ellos, para que cada vez tengamos a más grandeligas criollos”, enfatizó el slugger.

Antes que Cabrera, los últimos peloteros en alcanzar los 3.000 incogibles eran Pujols (4 de mayo de 2018), Beltré (30 de julio de 2017), Suzuki (7 de agosto de 2016) y Alex Rodríguez (19 de junio de 2015).

La primera persona en conseguirlo fue el inmortal Cap Anson, con un sencillo en el 18 de julio de 1897. En tanto que Cabrera es apenas el tercero que lo logra con el uniforme de Detroit, detrás de Ty Cobb (19 de agosto de 1921) y Al Kaline (24 de septiembre de 1974), quienes tienen una placa en Cooperstown.

“Es uno de mis héroes”, señaló Cabrera sobre Kaline, que falleció en abril de 2020. “Él siempre dijo cosas buenas sobre mí, siempre dijo cosas buenas sobre cómo podía mejorar. Es muy triste que no haya podido verlo, porque siempre hablaba de este momento. Espero que donde quiera que se encuentre, esté feliz y sonriendo”.

 

 

Pasará mucho tiempo para volver a ver a un bateador de 3.000 hits. El quisqueyano Robinson Canó, escolta a Cabrera entre los beisbolistas activos con 2.630, pero cuenta 39 años de edad. Le sigue el boricua Yadier Molina, también de 39 años, con 2.116, que se retirará al finalizar la campaña.

Entre los jugadores más jóvenes, que podrían sumarse al exclusivo grupo, aparecen José Altuve (32 años), con 1.783, Freddie Freeman (32), con 1.722, y Mike Trout (30), con 1.428, antes de la jornada del sábado.

Miggy alzó los brazos y volvió a mostrar su sonrisa, mientras corría a la inicial donde llegó a salvo, tras su sencillo del primer capítulo. Consiguió la hazaña de los 3.000 el día que apareció en su compromiso 2.600, uno más que Luis Aparicio, hasta ahora el único criollo en el Salón de la Fama. Eventualmente, Cabrera acompañará en el olimpo del beisbol a Little Louie. Cinco años después que se retire.

 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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EL DATO

El primer hit de Miguel Cabrea fue un jonrón (el 20 de junio de 2003 vs Al Levine), también cambió por cuadrangulares sus imparables 1.000 (7 de septiembre 2008 vs Glen Perkins) y 2.000 (4 de abril de 2014 vs Ryan Webb). Su incogible 3.000 fue un sencillo contra su compatriota Antonio Senzatela. Solo Derek Jeter, Wade Boggs y Alex Rodríguez han alcanzado los 3.000 inatrapables con un cuadrangular.

 

EN CIFRAS

En histórico primer juego de la doble tanda entre Colorado y Detroit, además de Miguel Cabrera, la figura del día, lo iniciaron otros cuatro venezolanos: el lanzador derecho Antonio Senzatela, que encajó el hit 3.000 de Miggy, el receptor Elías Díaz y el jardinero central, Yonathan Daza, por los Rockies; mientras que en la alineación de los Tigres abrió el campocorto Harold Castro, quien se destacó por sonar de 5-4. El grupo forma parte de los 449 criollos que han actuado en las Grandes Ligas, desde que Alejandro “Patón” Carrasquel comenzó a andar ese camino, precisamente, tal día como hoy, hace 83 años.

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