Caracas.- Oswaldo Cabrera ha exhibido en su breve estadía en las Grandes Ligas las habilidades que le tienen como uno de los principales prospectos de los Yanquis. El viernes por la noche le robó un cuadrangular a Lourdes Gurriel Jr. en el jardín derecho, al primer lanzamiento que hizo Jameson Taillon, en el encuentro que perdieron los Bombarderos del Bronx 4-0 contra los Azulejos de Toronto, en Nueva York.

La atrapada –cuyo video se volvió viral en las redes sociales- se produjo apenas en su cuarto inicio como profesional en la pradera derecha. Esa versatilidad y capacidad de adaptación le convirtieron en el primer jugador en la historia de los Yanquis en iniciar los primeros tres encuentros de su carrera como ligamayorista en tres posiciones diferentes, según la agencia AP. Tras comenzar como tercera base y campocorto, en sus dos desafíos previos.

Un despliegue de talento que ha impresionado al mánager Aaron Boone.

“Al verlo moverse allí (en el outfield), sin tener muchos juegos en su trayectoria, habla de lo que ha trabajado. Pero, hombre, se veía muy natural, ¿no?”, comentó el estratega, de acuerdo con el New York Post. “Hizo esa jugada con facilidad”.

El novato procesó una lectura perfecta del batazo, lo ubicó y realizó la atrapa saltando en el momento justo, contra la pared. Una vez con la bola en el guante, celebró voz en cuello, regresó la pelota al cuadro, y chocó los cinco con su compañero Aaron Judge, que estaba cubriendo el center field.

Cabrera, de 23 años de edad, fue subido a las Grandes Ligas el miércoles, en medio de la crisis por la que atraviesan los neoyorquinos, así que apenas está mojándose los pies en el Big Show. Su experiencia en ese lugar de los jardines se limitaba a otros tres compromisos con el Scranton/Wilkes-Barre (Triple A).

Luego de fallar en sus primeros cuatro turnos, desde entonces golpea de 7-3. Su primer imparable arriba se produjo el jueves contra José Berrios (doble) y luego del desafío, aseguró sentirse “en las nubes”.

“Eso es lo que ha sido. Obviamente, apenas ha actuado en un puñado juegos en las Ligas Menores (en el right field). Pero ha trabajado mucho”, volvió a destacar Boone. “Creo que uno de sus puntos fuertes como jugador es su madurez, el instante en el que hace las jugadas y su forma de actuar. Esa siempre ha sido una de sus cartas de presentación”.

Cabrera estuvo fuera de acción entre el 9 de mayo y el 4 de julio, debido molestias en uno de sus hombros. Después de recuperarse no paró de batear. De hecho, exhibía una línea ofensiva de .382/.461/.684 (76-29), con 16 anotadas, cuatro dobles, dos triples, cinco jonrones, 17 remolcadas, 10 boletos y ocho bases robadas, en sus últimos 20 juegos, desde 22 de julio, antes de ser promovido por los Yanquis.

“Cabrera será un buen jugador. Tiene la oportunidad de ser un segunda base de todos los días, que puede batear. Si no, se convertirá en un buen utility”, le dijo un scout al portal NJ.com.

Boone está de acuerdo con el veedor, aunque se atrevió a ir un poco más allá.

“Se está convirtiendo en un muy buen pelotero y creo que va a ser un buen jugador en esta liga durante mucho tiempo. Aunque las cosas intangibles son realmente especiales. Ha sido bueno verlo y que se maneje de esa forma”, puntualizó el estratega de los Yanquis.

Nueva York apenas suma cuatro triunfos en sus más recientes 18 desafíos, sin incluir la jornada del sábado. En medio de ese oscuro panorama, Cabrera brilla con luz propia.