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Luis Arráez, sexto venezolano con un título de bateo

06/10/2022

Luis Arráez Foto: Getty Images

Alexander Mendoza | Prensa LVBP

Caracas.- Luis Arráez alzó los brazos como campeón bate en la Liga Americana, el miércoles durante la última jornada de la ronda regular de las Mayores, luego que su nombre apareciera frecuentemente entre los potenciales toleteros con la capacidad para alcanzar ese importante logro. Lo hizo apenas en su cuarta temporada en la Gran Carpa.

“Es increíble”, dijo Arráez después del juego en el que Minnesota apaleó 10-1 a los Medias Blancas en Chicago. “Este era uno de mis objetivos. Estoy viviendo un sueño en este momento. Esto es increíble para mí, porque trabajé duro para conseguirlo”.

Luego de negociar boletos en sus dos primeras comparecencias al plato, como abridor y designado en el orden de los Mellizos, el toletero zurdo sacudió un doble en el tercer inning, contra Vince Velásquez, y el mánager Rocco Baldelli decidió sacarlo del encuentro, tras enviar a José Miranda a sustituirle en la intermedia.

Su promedio se situó en .316, cinco puntos porcentuales por encima de Aaron Judge (.311). El slugger de los Yanquis, que, como colofón a una campaña histórica, trataba de ceñirse la Triple Corona.

Antes del compromiso, las cuentas apuntaban a que si Arráez se iba de 4-0, Judge necesitaría golpear de 4-3. Si por el contrario el venezolano ligaba de 4-1, su perseguidor debía conseguir una jornada perfecta de 4-4. Si Arráez conseguía dos hits en cuatro turnos, entonces Judge estaba obligado a irse de 5-5.

El ejercicio matemático fue fútil. Aaron Boone, piloto de Nueva York, decidió sentar a Judge, que en la víspera había roto el récord de jonrones del joven circuito, con 62, y dominaba el departamento de impulsadas, con 131.

“No pude dormir anoche, solo pensaba y pensaba en eso”, admitió Arráez, que se convirtió en el sexto venezolano que se erige campeón bate, tras seguir los pasos de Andrés Galarraga (1993), Magglio Ordóñez (2007), Carlos González (2010), Miguel Cabrera (2011, 2012, 2013, 2015) y José Altuve (2014, 2016, 2017).

 

 

Arráez, de 25 años de edad, estuvo lidiando con una persistente lesión en el tendón de la corva izquierda desde agosto, cuando exhibió promedio .269, su único mes por debajo de .300. Pero terminó embasándose por hits en sus últimos nueve encuentros de la campaña, lapso en el que dejó promedio .361 (36-13) y despejó las dudas, que en algún momento oscurecieron su horizonte.

“No fue fácil, pero mi mente es fuerte”, puntualizó Arráez.

El desempeño del yaracuyano, fue uno de los pocos logros de los Mellizos en una decepcionante campaña, que les situó terceros en la División Central de la Americana, con récord de 78-84.

“Creo que logró lo que esperaba hacer”, destacó Baldelli. “Y él no es un tipo que normalmente piensa en logros personales como ese. Es un jugador de equipo y está aquí para ganar y competir”.

La celebración fue modesta, pero emotiva en el clubhouse de visitantes en el Guaranteed Rate Field. En las redes sociales del club, apareció un video en el que se mostró a los miembros de la novena melliza brindando con champaña.

 

 

Carlos Correa le había dado un fraternal abrazo a Arráez en las escaleras del dugout, después que Baldelli lo sacó del juego y, de acuerdo con la reseña de AP, el boricua había planeado antes del partido regalarle una maleta Louis Vuitton, en reconocimiento a su performance en 2022.

 

FELICITACIONES DE ROD CAREW, SU MENTOR

Luis Arráez se instituyó como el quinto campeón bate de los Mellizos en la Liga Americana, al lado de Rod Carew (siete veces), Joe Mauer (tres), Tony Oliva (tres) y Kirby Puckett.

Carew, miembro del Salón de la Fama, su mentor, le dio la bienvenida al club.

“Estoy emocionado por él. Es un buen muchacho. Trabaja y va a estar en medio de más competencias por el título de bateo”, comentó Carew, según el Star Tribune.

Carew se ha interesado tanto en Arráez, que llamó al locutor de las transmisiones televisivas de los Mellizos, Dick Bremer, durante un juego a finales de mayo, para recomendarle al criollo que no modificara su mecánica, que dejara de erguirse en el plato y no tratara de elevar la bola.

 

 

El miércoles, el excelso toletero volvió a sentarse frente a su receptor de TV, en su casa en el sur de California, para ver a su pupilo.

“Estoy emocionado por Luis, pero también me ha puesto muy nervioso en las últimas semanas”, confesó. “Estaba allí arriba en .350, y luego comenzó a caer rápidamente. Estaba haciendo swing hacia arriba, como si estuviera tratando de conectar jonrones… Estuve en la ciudad (Minneapolis) el mes pasado y le dije: ‘Hiciste un gran trabajo para llegar a donde estabas en la primera mitad. ¿Por qué quieres cambiar?’… Luchó para volver”.

Arráez ha reiterado que se siente honrado por la atención que Carew le ha prestado desde que era un novato. No es para menos, el panameño fue tan buen toletero, que desde 2006 los títulos de bateo en la Liga Americana llevan su nombre (y de Tony Gwynn, dueño de ocho cetros, en la Nacional).

 

 

En junio, antes de ser seleccionado a su primer Juego de Estrellas, Arráez recibió otro gran elogio. Ichiro Suzuki declaró que el yaracuyano era su bateador zurdo favorito en la actualidad y que quería conocerle. El encuentro entre ambos se produjo antes del segundo desafío de una serie entre Mellizos y Seattle, en el T-Mobile Field, justo después que los Marineros tomaron la práctica de bateo.

El japonés, de 48 años de edad, ahora se desempeña como asistente especial de la gerencia nauta y tras su retiro en 2019, espera el momento de ser elegible para ser entronizado en Cooperstown, como uno de los mejores bates de la historia.

El tiempo dirá hasta dónde llegará Arráez.

 

EL DATO

Luis Arráez aseguró el título de bateo con .316, el average más bajo para un campeón de la Liga Americana desde que Carl Yastrzemski, de los Medias Rojas de Boston, lo hizo con .301 en 1968. Yastrzemski es miembro del Salón de la Fama… El último que se había ceñido la corona por los Mellizos era Joe Mauer (.365), tras ganarle el duelo a Ichiro Suzuki (.352), en 2009… Arráez le dio a la franquicia de Minnesota (desde 1901, incluido los Senadores de Washington) la decimonovena corona de bateo, la quinta cantidad más alta en la historia de las Grandes Ligas (desde 1901), detrás de los Tigres de Detroit (28), Boston (26), Piratas de Pittsburgh (24) y Cardenales de San Luis (23).

 

 

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