Caracas.- Cuando cayó el último out de la temporada 2018-2019 para los Tiburones de La Guaira, Oswaldo Guillén no sabía qué deparaba el futuro para él exactamente, pero lo que sí tenía claro es que su tiempo como dirigente del combinado escualo había llegado al final, después de tres temporadas en las que no se consiguieron los resultados esperados.

El mirandino, que ha sido emblema de la organización por muchos años, llegó a sentirse acosado, humillado y despreciado por la misma afición que en un momento lo pedía a gritos. Sin nada más que pensar, Guillén regresó a su casa en Chicago junto a su familia, desde donde llegó a asegurar que jamás volvería a ponerse el uniforme con el que tanto disfrutó en sus tiempos como jugador.

“Cuando salí de Venezuela jamás pensé que me volvería a colocar este uniforme”, admitió Guillén en declaraciones para el departamento de prensa escualo tras su arribo al país este miércoles. “Lamentablemente los tres años que estuve aquí fueron muy difíciles, como mánager y como ser humano. Pero aquí estoy otra vez. Los tiempos de Dios son exactos, aunque repito que no fue nada fácil. Tuvieron que convencerme a mí y luego también a mi esposa”, agregó.

Los Tiburones de Guillén no estuvieron ni cerca de alcanzar la etapa final de la temporada en ninguna de sus primeras tres campañas iniciales al mando del combinado, que justo antes de su contratación venía de perder el séptimo juego de la semifinal ante los Tigres, con Buddy Bailey en el timón.

El fracaso llevó a que algunos miembros de la fanaticada litoralense, según Guillén, perdieran la paciencia al punto de insultarlo desde las tribunas; e incluso, pero aún, atacar verbalmente a sus familiares presentes.

“Salí por la puerta de atrás hace algunos años y ahora quisiera salir por la puerta grande, sobre los hombros”, indicó. “Como se merecen los fanáticos, el equipo y la oficina. Luis (Sojo, gerente deportivo) está haciendo de todo para que las cosas salgan bien. Hay que tener paciencia. Los aficionados tienen que saber que no solo porque tengamos a (Ronald) Acuña vamos a salir campeones”.

Pero Acuña, y el resto de sus compañeros, sí jugaron un papel fundamental en la decisión de Guillén de asumir una vez más la responsabilidad con unos Tiburones que nunca encontraron la consistencia necesaria bajo las órdenes de Edgardo Alfonzo, el timonel anterior.

“Lo más difícil para mí es reemplazar a Edgardo, un amigo al que respeto como profesional y persona. Pero los peloteros me convencieron, me dijeron que creían que yo era el hombre indicado para sacar a este conjunto adelante y de ahí me apoyé”, explicó el campeón de la Serie Mundial con los Medias Blancas en 2005.

Al igual que hizo antes de dirigir su primer choque en la pelota venezolana en la 2016-2017, el nativo de Ocumare del Tuy recordó que el simple hecho de que tome el mando de La Guaira un dirigente que ha conocido el éxito en las mayores, como él, no ofrece garantías de triunfo en Venezuela.

“Aquí no viene el Oswaldo Guillén campeón mundial, sino el mánager de los Tiburones de La Guaira. Así lo siento”, expresó el exjugador. “Mi expectativa es ganar, salir a levantar el campeonato. Obviamente, hay veces en que las cosas no salen bien, pero se puede lograr. No por mi presencia aquí el equipo bateará o lanzará mejor. Los peloteros no dependen de mí para ganar juegos, soy yo quien depende de ellos para hacerlo”, añadió.

Sin embargo, en un equipo que está repleto de figuras en esta oportunidad, incluyendo a Acuña, Maikel García y el cubano Yasiel Puig, entre otros, el mandamás sí puede observar un panorama distinto al que tuvo en su primera etapa.

Oswaldo Guillén inicia una nueva etapa como mánager de Tiburones de La Guaira

“Algunas veces los jugadores no aparecen, como la primera vez que estuve aquí. Decían que venían y venían y nada. Pero ahora están aquí y son ellos quienes están haciendo el llamado", reconoció. "Creo que el material criollo que tenemos, que siempre he dicho que sin eso nadie va a ganar aquí, lo estoy diciendo de los años 80s, es bastante bueno. Y esperemos sacar de eso lo máximo posible”.

A partir de este jueves, en Macuto, donde también debutaron este año Acuña Jr. y García por los Tiburones, "Ozzie" comenzará a escribir su nuevo capítulo como estratega de los salados. Era una historia que parecía culminada, pero que quizás nunca lo esté para una familia Guillén que también anhela ese esquivo campeonato.

“Sé que los fanáticos han tenido paciencia por muchos años, pero créanme que yo soy más fanático que ustedes, lo sufro más que ustedes”, indicó Guillén. “He sido parte de esto por muchísimos años. Ojalá que este equipo pueda salir adelante”, cerró.

El dato

Oswaldo Guillén admitió que ha estado siguiendo al equipo desde hace un tiempo y en especial durante los últimos desafíos disputados, pero agregó que todavía esperaba asumir las riendas como tal antes de pensar en posibles cambios. “Los peloteros tienen que seguir jugando duro. Que sepan la responsabilidad que tenemos encima, que esta liga no es fácil y que todos los días hay un juego importante”, comentó. “Tenemos buena defensa y ofensiva, pero necesitamos mejorar el pitcheo. Hay hambre. Si la oficina no se hubiera preparado y no hubiera ese deseo de mejorar, yo no estaría aquí. Todo el mundo está pendiente de hacer las cosas bien y ojalá que con mi presencia mejoren. Sé que las cosas van a mejorar en el clubhouse, pero esperemos que en el terreno también”.

 

EN CIFRAS

Oswaldo Guillén, de 59 años de edad, se encargó de La Guaira en la campaña 2016-2017 con grandes expectativas y el objetivo de poner fin a la larga sequía sin un título de la franquicia. Pero desde esa zafra hasta la 2018-2019, su última como mandamás en la LVBP, los Tiburones se combinaron para un registro de 82-105, el peor del circuito.