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La dupla Vargas-Querecuto sigue produciendo para Cardenales

06/01/2018

Fotos: AVS PHOTO REPORT

Alexander Mendoza | Prensa LVBP

Caracas.- Cardenales de Lara ha encontrado en Ildemaro Vargas y Juniel Querecuto la pareja ideal para ser usados como primero y segundo en el orden ofensivo. Vargas tiene la capacidad para ver envíos, contacto y velocidad de piernas, mientras que Querecuto es un hombre que puede poner la bola en juego con frecuencia y batear detrás del corredor.

Ambos fueron fundamentales en la producción del equipo con la mejor ofensiva de la eliminatoria, una fórmula que se ha repetido durante los tres primeros encuentros de la serie de playoffs contra las Águilas del Zulia.

Antes del partido de este sábado el combo Vargas-Querecuto ligaba de 30-13 (.433), con un porcentaje de embasado de .485 y cuatro anotadas.

“Cardenales es un equipo ofensivo. Lo ha sido desde el año pasado y Querecuto y Vargas son los que le ponen la dinamita en el campo de juego”, destacó el inicialista Rangel Ravelo, durante una de las visitas de los crepusculares a la capital. “Desde que llegó ‘Caripito’ cambió la tónica del equipo. Él es el que pone la chispa para que salgamos adelante”.

Vargas terminó la temporada con una sobresaliente línea ofensiva de .349/.418/.484 y un OPS de .902, en 30 desafíos.

“No me gusta perder. Trato de hacer las pequeñas cosas para obtener los triunfos y eso le agrada al resto de mis compañeros”, apuntó Vargas, que hizo un ajuste importante en el plato, que le permitió contrarrestar la estrategia de los rivales de lanzarle adentro.

“Es uno de nuestros bateadores que mejor utiliza las piernas y el bateador que utilice mejor las piernas, siempre va a tener un mejor control de las manos o del madero a la hora de ejecutar el pitcheo que sea”, explicó Selwyn Langaigne, instructor de bateo de Lara. “Le dije que mantuviera su fluidez y el ritmo de su mecánica con los pitcheos adentro. Para ser un buen bateador debes tener un buen ritmo que te ayude a tener una buena separación para poder cargar y conseguir la fluidez necesaria a la hora de conectar la bola. Ildemaro, pese a su experiencia en Triple A y ahora en Grandes Ligas, ha aceptado mis consejos”.

 

Ildemaro Vargas exhibe promedio de embasado sobre .400 entre la eliminatoria y el playoff

 

Vargas le agradece a Langaigne su guía, que le ayudó por tercer año seguido a terminar sobre .300 con el uniforme de Cardenales.

“Me gusta escuchar porque siempre tengo los pies sobre la tierra y con humildad trato de aprender siempre. Intento (como bateador ambidiestro) de irme del medio hacia la banda contraria, cargando a tiempo con las manos”.

Langaigne también trabajó muy de cerca con Querecuto, que llegó al país luego de una temporada modesta (.232/.298/.290) en casi 300 turnos con la filial Triple A de San Francisco.

“Querecuto es un bateador de contacto. Su principal herramienta es el bate. Así que el trabajo fue mental para que volviera a su sistema de juego y, a partir de allí, se reencontró con el bateador que todos conocemos”, destacó el coach.

“Ahora ellos, como el resto del equipo, siguen un plan que se establece desde las prácticas, con cierta autonomía. Pero el primer bate, mínimo debe ver cuatro envíos para darle una visión más clara del pitcher que estamos enfrentando ese día al resto del lineup”, abundó Langaigne. “Ildemaro toma cuatro o siete pitcheos por turno. Querecuto lo mueve y es mucho más agresivo cuando llega al plato. Permite el robo de base, se coloca en circulación. Así, con ellos en circulación, el tercero, cuarto y quinto del orden aprovechan sus batazos para traer carreras”.

Ravelo no se detiene en explicaciones técnicas, prefiere enfocarse en el carisma de Vargas.

“En todos los equipos siempre hay un muchacho que se encarga de echar broma, de relajar al resto y nuestro caso es Ildemaro, no se trata solo de que sea el primer bate”, destacó el cubano.

Hasta ahora, esa actitud ha dado resultados.

 

Juniel Querecuto ha sido el complemento ideal de Vargas como segundo bate

 

 

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