Barquisimeto.- Con la culminación de la ronda regular, el manager Omar López recordó lo que era un dolor de cabeza producido por altos niveles de tensión. El puertorriqueño Andrés Santiago partió a su país y con él, se fueron los ocho juegos salvados que aportó a Caribes de Anzoátegui para brindar estabilidad al último inning, después de varios experimentos fallidos al inicio de la temporada. Luego de algunos sobresaltos en la primera serie de playoffs, contra Navegantes del Magallanes, el ajuste parecía inminente y así surgió un nombre: Nick Struck.

El relevista estadounidense se uniformó de aborigen un poco después de lo esperado. La gerencia anzoatiguense observó sus recientes credenciales en la Liga Mexicana del Pacífico, donde salvó 10 encuentros y dejó efectividad de 1.78 con los Venados de Mazatlán y no dudó en contratarlo para la semifinal frente a Leones del Caracas. Sin embargo, no fue hasta el tercer duelo que arribó a Venezuela e hizo su estreno.

Struck no defraudó. Exhibió una potente recta de 95 millas y retiró por la vía del ponche a los dos bateadores del club capitalino que enfrentó para bajar el telón de la noche en el Estadio Alfonso “Chico” Carrasquel. Desde entonces, todo se traduce en perfección para el apagafuegos en su primera experiencia en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional.

“No importa si eres derecho o zurdo, para mí eres el mismo, haré todo lo posible por sacarte out”, se mostró desafiante el serpentinero de 28 años de edad, minutos antes de comenzar el segundo choque de la Serie Final frente a Cardenales de Lara en Barquisimeto, donde la noche anterior (sábado) se llevó el rescate en el triunfo de la Tribu 4-2.

“Estoy emocionado, siempre quieres jugar una Final. Esta es una atmósfera distinta, los fanáticos son más apasionados. Hay mucha adrenalina en el ambiente pero debes controlarte y usarla de la forma correcta, no puedes dejar que el público y la situación tomen tus emociones”, analizó el nativo de Oregón, quien acumula tres candados en igual cantidad de capítulos de labor, con cuatro ponches, sin carreras permitidas ni boletos otorgados.

Antes de su llegada, el mandamás López apostó por el dominicano González Germen como taponero ante Magallanes, pero no resultó. Recibió cinco anotaciones en solo dos tercios de actuación y el noveno tramo por el resto del emparejamiento frente a los filibusteros y el comienzo ante los melenudos quedó en las manos del comité compuesto por Cameron McVey, Víctor Capellán, Mayckol Guaipe y Ricardo Hernández.

Nick Struck convirtió las tres oportunidades de salvar que ha recibido

Durante la campaña regular, Anzoátegui fue el segundo equipo con menor cantidad de salvados (12) solo por encima de Tiburones de La Guaira (11). A su vez, la escuadra indígena fue la cuarta con mayor cantidad de carreras permitidas en el noveno tramo, con 29.

La pastilla llegó en el momento idóneo para Caribes y su staff técnico luego de la sensible baja del boricua Santiago para lanzar en su tierra.

“Solo trato de hacer mi trabajo, he hecho esto por un buen tiempo, este es mi noveno o décimo año lanzando profesional, tienes que controlarte, no tratar de hacer demasiado, salir lanzar y cerrar los juegos”, destacó un apacible Struck, una suerte de traje a la medida para Caribes.