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Alfredo González: “Lo bueno llega cuando menos te lo esperas”

27/05/2018

Alfredo González Foto: MLB.com

Carlos Valmore Rodríguez | BeisbolPlay

Caracas.- De 4-0 con tres ponches. No es el debut soñado, pero para alguien que pasó nueve años esperando que lo llamaran a Grandes Ligas fue el néctar de la ambrosía. El catcher Alfredo González, quien bateaba .169 en Triple A cuando le notificaron su ascenso a los Medias Blancas de Chicago, quisiera volver a vivir el sábado 26 de mayo de 2018.

“Lo bueno llega cuando menos te lo esperas. Nunca pensé que, con esos números que tenía, me subirían”, contó González a Beisbolplay.

Al recibir los envíos del boricua Héctor Santiago contra los Tigres de Detroit, González elevó a 386 la cifra de venezolanos que han jugado en las Mayores. Fue el octavo criollo bautizado en la fe de MLB en 2018 y el 94° en salir al campo este año.

“Jugar en Grandes Ligas es una experiencia única. Algún día tenía que llegar este momento para mí”, describió González, quien intervino en 421 partidos de Ligas Menores con las filiales de los Astros de Houston y los patiblancos antes de graduarse, con casi 26 años de edad.

“Las Grandes Ligas son difíciles. Hay pitchers veteranos, que saben lanzar”, admitió el careta, que en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional forma parte de los Leones del Caracas. “En mi primer turno (abanicó ante el dominicano Francisco Liriano) estaba nervioso y ansioso. Los compañeros me dijeron que me calmara, que esto es igual a Triple A o Doble A. No di mi primer hit, pero llegará. Y -cuando llegue- lo celebraré en grande”.

Una de las principales diferencias que notó González entre las menores y las mayores fue la forma como se preparan los partidos.

“Primera vez que trabajaba de esa forma”, admitió el receptor nacido en Santa Teresa del Tuy, estado Miranda. “El coach de pitcheo (Don Cooper) me llamó a su oficina y ahí me explicó lo que íbamos a hacer. En el juego trataba de recordar toda la información que me dieron, aunque yo tenía idea sobre cómo enfrentar a algunos de los bateadores de los Tigres”.

Es común, cuando hay un catcher novato detrás del home, que el pitcher sea manejado a control remoto desde la cueva, usando al inexperto recibidor como antena repetidora. González asegura que no fue su caso.

“Yo mismo llevé mi juego”, relató. “Desde el dugout no me pasaron ninguna seña”.

El nuevo grandeliga venezolano reconstruyó para Beisbolplay el momento cuando supo que su más caro anhelo se cumpliría. “Estaba en Charlotte con el equipo Triple A”, retrocede algunas horas el bateador derecho. “Estando en el clubhouse, el manager (el ex bigleaguer Mark Grudzielanek), delante de todo el mundo, dijo: ‘González, a la oficina’. Yo pensé, ‘nada, me botaron o me bajaron’, por los números que traía. Comienza a preguntarme si me siento bien, si no estoy cansado. Le dije que no. Entonces fue cuando dijo: ‘vas a Grandes Ligas mañana’. Yo lo miré como diciéndole: ¿Estás bromeando conmigo? Esa noche no dormí. Celebré con mi esposa y mi hijo, que están aquí. Llamé a mis padres. Solo cuando llegué al estadio de los Medias Blancas caí en cuenta de que, finalmente, estaba en Grandes Ligas después de tanto tiempo en las menores, donde uno pasa a trabajo, sobre todo al principio. Un señor del equipo me condujo hasta el clubhouse. Me recibió el manager (Rick Rentería) y me felicitó. Y luego vi a José Rondón (otro criollo de los White Sox) que me dijo: hermano, bienvenido a las Grandes Ligas”.

 

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