Caracas.- Mucha agua ha pasado bajo el puente desde que Henderson Álvarez dominó la Liga Nacional con el uniforme de los Marlins de Miami. Esa es una verdad tan cierta, como que su versión más parecida a aquellos años es la que demuestra actualmente en los Tigres de Quintana Roo.
Si bien no son las Grandes Ligas, el venezolano de nuevo ha tenido el control de sus pitcheos en la Liga Mexicana de Beisbol. Incluso fue uno de los lanzadores destacados en el primer torneo de la temporada azteca, circuito que tradicionalmente es bondadoso con los bateadores. Estuvo entre los mejores en efectividad con 2.61, en innings lanzados con 62.0, en WHIP con 1.13 y en victorias con seis.
Es obvio que en la pizarra en donde tiene anotadas sus prioridades, ayudar a los bengalíes está en el tope, pero tampoco niega y esconde su gran objetivo personal: Volver al beisbol organizado y ambicionar con establecerse otra vez en las mayores.
“Estaré de cuarto en la rotación porque deseo mantenerme sano y no tan exigido para el final de la campaña”, dijo a través de la agencia GB Sports Communications, de cara al encuentro que tendrá el sábado, contra los Olmecas de Tabasco. “Además, espero la oportunidad de poder firmar en Estados Unidos, que es el otro objetivo que tengo de manera individual. Claro está, en mi mente está siempre el colectivo porque sin mis compañeros no pudiese alcanzar las metas y este equipo tiene mucho material para lograr cosas importantes. Esta es una liga exigente, con buenos jugadores, que batallan cada pitchero, out y juego, y esa es la exigencia que esperas siempre”.
Tras perderse 2016 por una cirugía en el hombro derecho, Álvarez retornó fugazmente al máximo nivel en 2017, con los Filis de Filadelfia y lanzó 14.2 tramos. Se reportó con los Tiburones de La Guaira en Venezuela y, en medio de un mar de molestias y malestares físicos, no tuvo el rendimiento esperado. Después de reforzar a las Águilas del Zulia en los playoffs y mostrarse ante scouts de la Gran Carpa, llegó el contrato con Quintana Roo, en donde ha alcanzado un status de pitcher irremplazable.
“Mantengo las mismas metas que al inicio de la temporada: mantenerme activo, fuerte y sano para ayudar a esta organización que me ha dado la oportunidad de lanzar nuevamente de manera continua que era lo que buscaba desde un principio”, comentó el valenciano de 28 años de edad. “Lo primero es contribuir con los Tigres, que supieron batallar durante toda la temporada y que, lamentablemente, no pudimos alcanzar el objetivo. Queremos un título y en eso nos hemos enfocado desde que comenzamos a practicar”.
En la LVBP, Álvarez pasó a los Navegantes del Magallanes, junto al infielder José Gómez, en un cambio que envió a los escualos al receptor Juan Apodaca y al inicialista Samir Duéñez.
