Caracas.- César Valera se ha convertido en un pelotero valioso para Caribes de Anzoátegui. Alejado de las marquesinas que exponen a otros miembros de la tribu, el versátil jugador se ha ganado a pulso su inclusión a diario en la alineación del manager Omar López.
Lo que en principio lució como un buen inicio de temporada, se ha convertido en un sólido año que le tiene entre los mejores bateadores del circuito, cuando la eliminatoria cruzó la primera mitad y está en medio de la octava semana de competencia.
“Solo pienso en ayudar para que el equipo gane, lo demás viene solo. No ando pendiente de si soy el mejor bateador o no, o si soy titular. Nada de eso. Lo que estoy haciendo, lo puede hacer cualquiera de mis compañeros”, afirmó Valera, que el miércoles amaneció con .344 de promedio, el quinto mejor en la 2018-2019 y sólo superado en Anzoátegui por el grandeliga Willians Astudillo (.353).
López se entusiasma cuando habla de Valera. Lo ha usado en todos los lugares del orden ofensivo, salvo el cuarto y el noveno puesto; mientras que lo ha enviado a cubrir segunda (12), tercera (3), campocorto (10) y los jardines (16). Todo un bálsamo para un equipo que ha atravesado por lesiones de Alexi Amarista, Luis Sardiñas y Niuman Romero.
“Este año, he experimentado en varias posiciones con él y ha respondido, lo que habla de su valor en el terreno, a la hora de cualquier situación en el juego o por lesión de algún pelotero”, destacó López. “Te puede ganar un partido de varias maneras, con su bate, con su guante y con sus piernas, tocando la bola. Este año sigo descubriendo muchas cosas de Valera. Puede jugar hasta en el center field, las esquinas del outfield y las cuatro posiciones en el infield. Sólo le falta ponerse los aperos de catcher”.
Valera admitió que sus habilidades para cubrir múltiples posiciones le han sorprendido y, sin aspavientos, aspira a dejar que las cosas fluyan.
“Me han puesto hasta de jardinero, ni yo mismo lo puedo creer, pues soy infielder natural. Cuando me preguntaron si podía jugar en los jardines, respondí que trataría de hacer el trabajo y, afortunadamente, ha sido así. Siempre estaré listo para desempeñar cualquier rol en cualquier momento. Lo que sea por aportar al equipo, es lo que más me importa”, señaló.
López todavía tiene fresco el recuerdo del último partido en el que Valera resultó ser la clave de un triunfo. Ocurrió el sábado, cuando Caribes derrotó 4-0 al líder Cardenales de Lara e inició una cadena de tres triunfos, que hasta el martes le tenía con récord de 11-11 en noviembre.
“Tal vez mucha gente no lo ve desde ese punto de vista, pero en el primer juego de la serie, resultó el héroe del juego, haciendo las jugadas pequeñas. Después de un doble de ‘Balita’ (Rafael Ortega), tocó la bola para avanzarlo a tercera, desde donde anotó con elevado de sacrificio de Astudillo (tercer inning). Luego pegó un doble remolcador (quinto inning). Fueron las dos primeras carreras del juego. Siempre cada quien tendrá su aporte en los partidos y eso es lo que importa. Todos son figuras y Valera ha sabido estar en los momentos importantes”, abundó López.
Valero trata de no pensar mucho en lo que está haciendo, prefiere el bajo perfil que le ha caracterizado en su carrera de cinco temporadas en la LVBP.
“Todo ha salido bien desde el primer día de temporada, aunque no me sorprende lo que he hecho, trabajo para ser mejores cada día”, apuntó.
López concordó con su utility y aseguró que seguirá aprovechando las posibilidades que le brinda su juego.
“Esperaba ver lo que está haciendo, sin ninguna duda. Porque es algo que comenzó el año pasado (cuando exhibió una línea ofensiva de .305/.373/.427 en 164 turnos). Se ha empezado a establecer en la liga, ha crecido, ha madurado más. Se mantiene jugando en una liga independiente (Asociación Americana) y ahora ha juntado un par de años sólidos y eso lo ha hecho un pelotero valioso para el equipo y en la LVBP”.
César Valera ha jugado alrededor del infield y los jardines
CONFIANZA INTACTA
Caribes de Anzoátegui dejó marca de 6-9 en octubre, está jugando para .500 (11-11) en noviembre y el martes logró salir del frío sótano. Así que la confianza sigue intacta. En la 2017-2018, el equipo oriental renació de sus cenizas, con una enorme reacción en diciembre y terminó alzando el trofeo de campeón.
“Hemos tenido partidos que pudimos haber ganado. Pero las altas y bajas forman parte de este deporte y Caribes siempre ha demostrado ser un equipo competitivo, con todo el potencial para salir adelante. Poco a poco, hemos ido tomando el ritmo y cuando todo termine de engranar, llegaremos lejos”, enfatizó Valera. “El espíritu de lucha de este equipo no se ha perdido”.
