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Marco Davalillo: “Lo que hizo mi papá en el Zulia definió mi decisión”

04/10/2019

Marco Davalillo Foto: AVS PHOTO REPORT

Andriw Sánchez Ruiz | BeisbolPlay

 

 

Caracas.- Para los sentires y pensamientos de Marco Davalillo, las Águilas del Zulia van a ser un equipo extraño para la temporada 2019-2020: habrán dos managers arrinconados en esa esquina del dugout que sirve como trinchera para las decisiones técnicas. “Eso puedo asegurarlo, algo me lo dice”, comenta.

El otro piloto no será un rival, pero tampoco será un compañero al que mirar si algo sale bien o mal. El otro estratega –afirma el nuevo timonel rapaz- es el alma de Pompeyo Davalillo, su papá.

Allí, en el nido naranja, la tradición del apellido Davalillo se fortaleció un poco más por la gloria que tocó Pompeyo (fallecido el 28 de febrero de 2013). Él fue el primer manager venezolano en hacer campeón a las Águilas. Ganó los títulos de las campañas 1991-1992 y 1992-1993. El legado y recuerdo que dejó en la memoria de Marco fue determinante para que el apellido Davalillo volviera al Zulia en la campaña 2019-2020.

“Lo que hizo mi papá con el equipo, lo que representa todo eso, terminó de definir la decisión que tomé”, dice Marco Davalillo, tras ser oficializado como el estratega aguilucho de la venidera zafra. “Este es un reto personal, pero también un compromiso familiar bastante fuerte. Mi papá, en donde quiera que esté, estaría orgulloso, contento”.

El reportero José Alfredo Otero, radicado en México, fue el primero en relacionar a Davalillo con el equipo de Maracaibo. La decisión de buscarlo y contratarlo se dio después de que todos los planes de tener a Rouglas Odor como piloto fueran desechados por la ruptura de relaciones de las Grandes Ligas con la LVBP. El técnico pertenece al sistema de granjas de los Indios de Cleveland y -así como otros pertenecientes a las organizaciones de MLB, e incluso de origen estadounidense- no tendrá permitido participar en la temporada.

“Los dueños equipos y los gerentes hacen todo lo que pueden para armar buenos equipos en esta situación atípica que vive el beisbol. Se tienen que ajustar a situaciones que, sinceramente, se nos escapan a todos de las manos. Lo que queda es tratar de hacerlo lo mejor posible y aportar un poco de lo que podamos para que las cosas salgan bien”, apunta Davalillo, quien tiene experiencia como estratega en México, además de en Venezuela. “Yo estoy agradecido con el señor Luis Amaro (gerente general) por tomarme en cuenta. Es un reto que afrontaré con respeto, con preparación, y sabiendo que Águilas es un equipo de tradición con una fanaticada difícil”.

La negativa a emisiones de permisos para personal de MLB que sea pretendido por la LVBP ha forzado el nacimiento de nuevos managers o de algunos que no tienen mucho recorrido. Luis Ugueto debutará como estratega del Cardenales de Lara, al igual con Alex Núñez con Bravos de Margarita, y Clemente Álvarez podrá expandir un poquito más su currículum gracias a su nombramiento como piloto de Tigres de Aragua.

Eso convierte a Davalillo, con su probada experiencia, en una de esas rarezas deseadas y necesarias. Dirigió a Caribes de Oriente, e incluso fue Manager del Año con el equipo, en la campaña 2007-2008. Volvió a ganar el premio en la 2011-2012, con Tiburones de La Guaira. Esa temporada perdió la final en seis juegos contra Buddy Bailey y sus Tigres de Aragua. La última vez que se le vio como piloto, antes de aceptar la propuesta del Zulia, fue en la 2013-2014, cuando tenía las riendas de Bravos de Margarita.

De aquel hombre, Davalillo afirma que queda mucho. Es decir, no va haber muchas diferencias en sus maneras.

“Bueno, uno siempre va cambiando cosas, nunca termina siendo el mismo. Pero yo creo que soy casi el mismo Marco Davalillo que ya ha dirigido aquí”, dice. “Pero creo que, independientemente de la experiencia que se tenga, si tienes mucha o poca, igual debes salir a pensar bien, a hacer bien las cosas, para lograr los 27 outs que te van a hacer ganar un juego de pelota. La experiencia muchas veces no te garantiza que vas a ganar. Yo les deseo suerte y buenas cosas a los otros managers que estarán compitiendo”.

No solo es un torneo atípico en cantidades de jugadores y en las remotas posibilidades de ver grandeligas en las nóminas, también lo es en la duración del torneo.

El Juego Inaugural será el 5 de noviembre. Casualmente, a Davalillo y sus Águilas le tocarán el choque que abre todo de forma oficial: contra el Lara, regente campeón, en Barquisimeto. El calendario será de 42 cotejos por conjunto. En pocas palabras: este será un campeonato muy cortico.

“Si ya necesitabas ganar los primeros juegos en una temporada de 63 juegos imagínate en una de 42”, expresa Davalillo. “Necesitas salir de una vez a buscar la victoria e, independientemente de todo, del título, lo que todos queremos. Hay que ganar tan pronto y lo más que se pueda, aunque sea con trampa”, dice medio en broma, medio en serio.

Esa última frase deja sobre el tapete una pequeña luz de la filosofía del apellido Davalillo, esa que no descartaba ningún camino que condujera al triunfo. Quién sabe… Tal vez de verdad las Águilas van a tener dos managers atrincherados en el rincón del dugout del Luis Aparicio “El Grande”.

 

 

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