Porlamar.- Si bien en nuestro argot popular hay una frase indicativa de que “Hijo de gato caza ratón”, no en todos los casos se manifiesta de la misma manera y la aplicación de la máxima, parte, en su mayoría, por la cercanía afectiva entre padres e hijos, en la que algunos de estos últimos optan por la inspiración que emana de su progenitor, en el intento de conforman un equipo invencible.

Por la Liga Venezolana de Beisbol Profesional han desfilado varios dúos con vinculación genética, pero desde la lomita pocos y con características similares para guardar notoriedades. Para Omar Bencomo padre, actual Coach de Pitcheo de los Bravos de Margarita, y Omar Bencomo Jr., esto tampoco fue un deber, pero la vida les haría, sin pensarlo, una ofrenda.

Los Bencomo son dueños del liderato absoluto de victorias entre padre (47) e hijo (24) de la LVBP, con 71 laureles combinados, tras la última conquistar del Junior el domingo ante Magallanes en el Stadium Nueva Esparta de Guatamare, ha transcurrido entre altibajos y situaciones de apremio que han puesto en riesgo su sitial legendario en el beisbol local. Pero el amor por la familia es proporcional al amor por el juego y es allí donde radica el éxito de la pareja, que día tras día es ejemplo de superación en el diamante y fuera de él.

“Estoy contento de formar parte de esta historia tan bonita con mi padre, quien me vio crecer y me enseñó que es el beisbol y todas las cosas que sé. No hay palabras para describir esta emoción”, reconoció el valenciano, tras concretar su primer éxito de la campaña, que rompió la paridad con los Lugo (70 conquistas, Urbano Lugo padre,18, y Urbano Lugo hijo, 52), en el renglón de padres e hijos más ganadores.

Su progenitor no se quedó atrás y en medio del festejo la noche del domingo en Guatamare, admitió su orgullo por concretar otro de sus grandes sueños: dejar huella junto a su hijo en el diamante venezolano.

“Quien más que yo para sentir orgullo por este logro de ambos. Él siempre fue mi fan número uno y yo ahora soy el suyo, por eso estoy sumamente feliz de conseguir esto. Ahora nuestro apellido está en lo más alto”, expresó emocionado el instructor margariteño, quien reunió su tope personal de laureles en 15 temporadas de la LVBP, con Navegantes del Magallanes (6), Águilas del Zulia (4), Cardenales de Lara (3), Petroleros de Cabimas (1), Caribes de Oriente (1).

Para muchos, hoy esta hazaña resulta algo atípico y en efecto lo es. Por eso Omar David, respalda las palabras de su “papá, coach y amigo", con mayor fijación y admiración bajo los colores que, casualmente, ambos comparten a la fecha y desde el mismo lugar, como siempre, uno al lado del otro.

“Me siento orgulloso de tener un padre como el que tengo y de haber seguido sus pasos y mucho más contento de poder haber conseguido en casa del equipo y la ciudad que ha visto cada uno de mis logros”, comentó el derecho de 30 años de edad, quien casualmente para conseguir la proeza debió superar al equipo con el que firmó por primera vez como profesional, pero con quien nunca pudo lanzar siquiera un tercio.

El triunfo más reciente de Bencomo Jr., lo llevó también a superar los 320 episodios en la pelota venezolana y los 190 ponches, de modo que su currículum deberá aguardar por más actualizaciones en las próximas fechas, ya que solo siete abanicados lo separan de los 200.