Caracas.- Hay versiones encontradas sobre de qué manera Alejandro Carrasquel dominó a los primeros tres bateadores ilustres que enfrentó el domingo 23 de abril de 1939, fecha en la que comenzó a correr la luminosa cuenta de venezolanos en las Grandes Ligas. No obstante, hay quórum inobjetable sobre la huella del “Patón” desde ese mismo día.
Al cumplirse 85 años del debut de Carrasquel con los Senadores de Washington, ante los Yanquis de Nueva York, en el Griffith Stadium de la capital estadounidense, se sabe que el lanzador derecho retiró en fila a Joe DiMaggio, Lou Gehrig y Bill Dickey, tres futuros miembros del Salón de la Fama. Aunque haya discrepancias en las formas.
Algunas fuentes, como el libro Venezolanos en las Grandes Ligas, sus vidas y hazañas, segunda edición, escrito por Carlos Cárdenas Lares, indican que el derecho, para ese entonces de 26 calendarios cumplidos, ingresó en la parte alta de la cuarta entrada para relevar a Ken Chase, con dos outs en la pizarra y las bases llenas. Y en ese escenario, indujo un rodado hacia el montículo de DiMaggio, para acabar con la amenaza.
Otra referencia, como la obra El Patón de Carlos Figueroa Ruíz y Javier González, menciona que en realidad ascendió a la loma con dos outs, pero sólo un corredor en circulación, y concuerda en que fue un manso roletazo de la luminaria neoyorquina hacia el pitcher lo que terminó el episodio.
Sin embargo, también están las versiones de Baseball Almanac y Retrosheet, páginas de referencia obligada y de gran utilidad para detalles históricos en la MLB. La primera, asegura que DiMaggio fue ponchado por el caraqueño, y la segunda, que elevó hacia el jardín central, culminando el tramo con un hombre en la inicial.
En cualquiera de las circunstancias, Carrasquel dejó una estampa que sería replicada por casi 500 connacionales, hasta el estreno del receptor Jhonny Pereda con los Marlins de Miami, el pasado 17 de abril.
De Sarría a San Juan de los Morros, Venezuela es una tierra fértil de 916.445 kilómetros cuadrados para peloteros en la élite.
Carrasquel tiene el enorme mérito de haber sido el primero en embarcarse hacia los Estados Unidos, a pesar de que sopesó la idea por más de cinco años, por su temor a la barrera del idioma. Fue pionero en enfrentar la naturaleza humana del miedo en un terreno de juego ligamayorista, y también en superarlo.
Resultar electo el Jugador Más Valioso del circuito profesional de Cuba en la campaña 1938-1939 fue el último impulso que necesitó para, finalmente, dejar de huir a la firma que le llamaba desde hacía algún tiempo.
El paso dado por el “El Patón” no alcanzó su máxima longitud aquel día que inició con tres inmortales dominados. Su extensión aumentará cada vez que un venezolano se estrene en las Mayores.
EL DATO
Alejandro Carrasquel fue el primer pitcher ganador en la historia de la LVBP. El 12 de enero de 1946 lanzó completo y aisló seis hits en el triunfo de Navegantes del Magallanes 5-2 sobre Patriotas de Venezuela en el Estadio Cerveza Caracas, de San Agustín.
