Caracas.- Abraham Toro fue adquirido el viernes por Cerveceros de Milwaukee, en canje que envió a Marineros de Seattle al camarero Kolten Wong y consideraciones en efectivo, según informó Jeff Passan de ESPN.com.

Toro, quien va acompañado en el paquete por el jardinero Jesse Winker, llegó a Seattle desde Astros de Houston en la fecha límite de cambios de 2021. Ahora está de nuevo en movimiento migratorio.

El infielder, de 25 años de edad, participó en 109 juegos, el máximo de su carrera, la temporada pasada. Sin embargo, tuvo graves problemas ofensivos, como evidencia su magra línea de .185/.239/.324, con 10 jonrones y 35 impulsadas. Estará bajo el control del equipo hasta 2026 y debería tener la oportunidad de asegurarse un puesto de titular en la alineación durante los Entrenamientos de Primavera. Ello se colige por la partida de Wong, que deja vacante y abierto el puesto de segunda base.

Toro despertó serias expectativas cuando Marineros lo adquirió desde Houston en 2021. Pero después de 913 apariciones en el plato de las Grandes Ligas, luce una decepcionante línea ofensiva de .206/.276/.345.

Recién cumplirá 26 años este mes, lo cual indica que aún es joven y vital este bateador ambidiestro, que añade a sus herramientas una defensa sólida en las almohadillas de segunda y tercera. Por ello merece al menos una oportunidad más.

Sin embargo, al contrario de lo ocurrido al llegar a Seattle, las expectativas deberían ser bastante bajas. Dependiendo de cómo se desarrolle el resto de la temporada baja, podría luchar contra Keston Hiura y Brice Turang por tiempo de juego en la segunda para Milwaukee. Alternativamente, Cerveceros podría incorporar a un antesalista y cambiar a Luis Urías a segunda. No obstante, su viaje al equipo de Wisconsin debe tener su razón.

Los lupulosos aún pueden depositar algunas esperanzas en Toro, otro candidato a recuperarse que busca beneficiarse de un cambio de escenario. No hay que olvidar que fue uno de los principales prospectos en el sistema de los Astros durante varios años, pero nunca tuvo la oportunidad de establecerse en el club de Houston, que tenía nada menos a Alex Bregman en la tercera base y a José Altuve en la segunda, posiciones principales de Toro. Los Astros cambiaron a Toro y al relevista veterano Joe Smith a los Marineros en un controvertido canje de fecha límite que vio a Seattle enviar al entonces cerrador Kendall Graveman y al derecho Rafael Montero a Houston. Por cierto, este relevista terminó como el jamón del sándwich en esta transacción, dado su consumado trabajo en el bullpen de los siderales.

El reto es harto interesante para el venezolano, que no pertenece a ningún equipo en la LVBP. Y visto su próximo panorama en el máximo nivel, debemos coincidir en los beneficios que le hubiesen reportado, tomar turnos y desempeñarse en nuestro medio. Un caso bien extraño, pues ha manifestado su deseo de jugar con la Selección Venezolana en el Clásico Mundial, pero no ha mostrado el más mínimo interés de jugar con alguno de los ocho clubes de la LVBP.

Entre febrero y marzo deberá desplegar el máximo de su potencial para demostrarle a Milwaukee que ha sido un acierto llevarlo a su roster.