Caracas.- Luis Sardiñas apuntó su nombre en la lista de peloteros disponibles de los Tiburones de La Guaira para Draft de Adiciones y Sustituciones, con la intención de ganar turnos durante enero, tras perderse mes y medio de la eliminatoria, como consecuencia de una fractura en el dedo medio derecho.

El infielder, convertido en utility poco después de su estreno en las Grandes Ligas en 2014, esperaba aportar su versatilidad a cualquiera de los seis equipos clasificados, pero cuando se enteró que sería el campocorto regular de Caribes de Anzoátegui, creció su entusiasmo.   

“Es un placer estar aquí y ser la primera escogencia del club. Ahora estoy comprometido a dar el 100% día a día para ganar y hacer el trabajo como shortstop”, dijo el fino fildeador, antes del segundo partido de la serie de playoffs contra los Navegantes del Magallanes, en el Estadio José Bernardo Pérez.

En 2017, Sardiñas apenas apareció en cinco desafíos en las paradas cortas con los Padres de San Diego, luego dividió su tiempo de juego como torpedero y segunda base del Norfolk, la filial Triple A de los Orioles de Baltimore, organización que lo tomó de waivers; mientras que con La Guaira solo jugó una vez en el short.

“Una de las cosas que siempre mantuve en mis rutinas fue agarrar roletazos en el campocorto (durante las prácticas), aunque con los Tiburones tenía otro rol, como tercera base. Pero cuando aprendes algo, sabes lo que estás haciendo. Así que puedo manejar esa situación. Es muy satisfactoria volver a jugar la posición en la que me inicié y me hice como pelotero. Estoy bien contento de pertenecer a Caribes y que me den la oportunidad de jugar allí”, destacó Sardiñas.

El bolivarense, de 24 años de edad, fue reclutado originalmente por los Rangers de Texas y recibió un bono de 1,2 millones de dólares, luego de ser uno de los peloteros más destacados durante el período de firmas internaciones de 2009. El bateador ambidiestro cautivó a los scouts por su capacidad atlética y alcance, que evocaban al dominicano Tony “Cabezas” Fernández.

“Seleccionamos a Sardiñas para estabilizar la línea central del equipo”, apuntó el manager de Anzoátegui, Omar López.

Durante la ronda regular, Edwin García, Luis Hernández, César Valera y Carlos Tovar desfilaron por las paradas cortas de Caribes y se combinaron para 15 marfiladas en 298 lances (.950 de porcentaje de fildeo).

En 63 encuentros Anzoátegui incurrió en 68 errores, la tercera cifra más alta de la liga, que provocaron 53 anotaciones sucias, la mayor cantidad del certamen.

“La defensa mejora el pitcheo y te hace ganar encuentros. Con Sardiñas y (Alexi) Amarista (en segunda), conseguimos esa estabilidad que no la tuvimos en la temporada regular”, agregó López.

Sardiñas y Amarista compartieron alrededor de la intermedia de San Diego a finales de la zafra de 2016.

“Con Amarista tengo una buena comunicación, mientras esté con un pana como él (en el terreno), hay ese feeling. Puedes trabajar lo más simple y fácil las jugadas que vas a ejecutar”, abundó Sardiñas, quien aseguró disfrutar el ambiente de camaradería que reina en el clubhouse aborigen.

“La idea es envolverte con el equipo, es lo que buscas, compenetrarte en ese ambiente”.

La “Tribu” tiene como amuleto a una iguana, Elena, que ha acompañó al conjunto durante la racha de ocho partidos con la cerró la eliminatoria y ha seguido en el dugout durante la postemporada.

“Son supersticiones en las que también creo, una mascota, una amuleto, como lo quieran llamar. Ahí está la química y están saliendo las victorias”, sonrió Sardiñas, el nuevo shortstop de los portocruzanos.