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Alí Castillo y David Rodríguez buscan unirse a un selecto grupo

04/01/2021

Alí Castillo Foto: Prensa Águilas del Zulia

Alexander Mendoza | Prensa LVBP

Caracas.- Alí Castillo y David Rodríguez encaran la recta final de la temporada 2020-2021 en una cerrada lucha por el título de bateo, mientras intentan conseguir la proeza de terminar sobre .400 de promedio al finalizar la eliminatoria.

Castillo, figura de las Águilas, amaneció este lunes con una cadena de 11 juegos embasándose y un robusto .424 de average, el más alto entre sus colegas. Escoltado por Rodríguez, uno de los principales cañoneros de Bravos, que exhibe .400 exactos.

Ambos tratan de unirse a la selecta lista que incluye al cubano Pablo García (.402, 1946), Víctor Davalillo (.400, 1962-1963), miembro del Salón de la Fama, David Parker (.414, 1976-1977) y Bob Abreu (.419, 1998-1999), que ganaron coronas de bateo con .400 o más puntos.

Un tercer actor podría incorporarse a la trama y no como simple figura de reparto. Hernán Pérez, con más de 600 juegos en las Grandes Ligas y un título de bateadores en la 2016-2017 (.373), inicia la séptima semana de la eliminatoria con .396 de average. Desde que se incorporó a los Tigres de Aragua el 5 de diciembre, ha estado bateando sobre .400 durante buena parte de ese trayecto y ya suma las apariciones legales para optar al liderato. Solo que en sus últimos tres desafíos se fue de 9-2 y su promedio “descendió”.

Otros han transitado ese camino y no han podido unirse al antillano García, el estadounidense Parker y los criollos Davalillo y Bob Abreu.

El cubano y bateador zurdo José Tartabull se enfrascó en una cerrada lucha por el cetro de bateo con Luis “Camalón” García en la zafra 1964-1965. Ambos coquetearon con los .400, pero no lo consiguieron. García, otro residente del Salón de la Fama, ganó la puja. Su promedio fue de .394 por .393 de Tartabull.

Davalillo ganó la tercera de sus cuatro coronas de bateo con .395 en la 1967-1968. Pablo Sandoval (.396), lo hizo en la 2008-2009; Alcides Escobar (.393), en la 2009-2010; Alex Cabrera (.391) en la 2013-2014, torneo en el que se alzó con la Triple Corona, y Alex Romero (.396), en la 2015-2016.

Castillo, de 31 años de edad, ha demostrado no solo ser un líder dentro del clubhouse zuliano, sino el toletero de mejor promedio en la LVBP desde que debutó en la zafra 2012-2013. A partir de ese instante, su average de .327 (1.057 VB, 346 H) es el más elevado entre los paleadores con al menos 1.000 turnos.

En ese lapso ya demostró que puede batear .400. En la contienda 2017-2018, ligó de 125-51 (.408), sin cumplir con las apariciones legales, en 30 encuentros. Una actuación muy similar a lo que está haciendo en la 2020-2021. En sus primeros 32 juegos, golpea de 118-50.

Castillo ha sido, la mayor parte del tiempo abridor de la alineación de Zulia, y asume sus turnos con especial paciencia, como lo requiere esa condición.

“Me siento bastante conforme como primer bate. Aunque no importa en qué orden salga al juego, pues lo principal es embasarme”, confesó. “Pero mientras pueda estar en las bases y esperar que me impulsen es lo mejor”.

Rodríguez, de 24 años de edad, atraviesa por su mejor campaña en el circuito, pero recorre senderos diferentes a Castillo. Es ubicado por el manager Henry Blanco en el corazón ofensivo del orden, como quinto bate.

“Siempre pienso que el trabajo que se pueda hacer fuera del terreno, es lo que realmente dará el éxito en el juego. Yo me caracterizo por batear mucho al medio y hacia el otro lado, creo que esa ha sido la clave (el 68% de sus batazos son por ese sector)”, apuntó recientemente el receptor, que está invitado al campo de entrenamiento de los Mets de Nueva York en 2021.

Aunque ya había demostrado en la 2018-2019 que su bate podía causar daño (.336/.366/.496 en 131 apariciones en el plato), lo que está haciendo es inédito en su trayectoria.

Eddy Díaz, instructor de bateadores de Margarita, ha estado trabajando de cerca con todos los jóvenes del club y, detrás de bastidores, es el artífice de la arrolladora ofensiva del club.

“Siempre utilizo con los muchachos, la misma filosofía sobre la cual construí mi carrera como jugador: trabajo, dedicación, constancia y amor al beisbol ¿Cómo hago para inculcarle esas lecciones a mis jugadores? Les indico qué hacía yo cuando era activista: nunca dejes de mirar la bola cuando la suelte el lanzador. Quédense un poco atrás en el swing. No se abran en la caja de bateo y hacer buenos contactos. Los muchachos han asimilado muy bien esas nociones y los resultados están a la vista”, dijo el técnico.

 

David Rodríguez está por finalizar la mejor campaña de su carrera con el uniforme de Margarita

¿Mantener el enfoque en los roles que desempeñan en sus equipos, será suficiente para que Castillo y Rodríguez logren batear .400? Es posible, pero no será sencillo. El hecho que no ocurra desde hace más de 20 años y que apenas lo hayan logrado cuatro toleteros en tres cuarto de siglo de historia de la LVBP, habla de lo difícil y raro de la marca.

El último en embarcarse en esa cruzada fue Yojhan Quevedo. El receptor de Cardenales de Lara despertó el 19 de diciembre de 2019 ligando para .407, como líder de la liga. A partir de ese momento se fue de 21-4 (.190), en sus últimos cinco partidos de la ronda regular. Lo que evitó que ligara .400 y que se llevara el título de bateo, distinción con la que cargó el estadounidense Jay Austin (.392), que también coqueteó con los .400.

Los managers de la liga usan una alta rotación de lanzadores por juego, lo que significa que los bateadores ven a un lanzador menos veces de lo que ocurría hace 20 años o cuando Davalillo reinaba entre sus pares. Así que pierden la ventaja de la familiaridad, además de enfrentar a un lanzador fresco antes del quinto y posteriores innings. Un factor que puede influir, sobre todo en la parte culminante del torneo.

De cualquier forma, Castillo y Rodríguez tiene en sus manos la posibilidad de inscribir sus nombres en el libro de récords de la LVBP.

EN CIFRAS

Con ocho encuentros por disputar Águilas del Zulia, desde este lunes, Alí Castillo tendría que ligar de 30-10, es decir promediar .300, para conseguir dejar su promedio en .400 al finalizar la ronda regular (.405). Mientras que David Rodríguez deberá golpear de 25-10 (.400) para conseguir la marca, en los siete desafíos que le restan a Bravos de Margarita. Todo dependerá que aparezcan en cada uno de los encuentros que le restan a sus respectivos clubes y alcancen el promedio de turnos que han exhibido a lo largo de la campaña 2020-2021: En el caso de Castillo, 3,69 VB, y en el de Rodríguez, 3,55 VB.  

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